INTRODUCCIÓN

La terapia de pareja cognitivo conductual se ha centrado en el análisis detallado de los
conflictos cotidianos que pueden llevar a la ruptura de la relación, se ha planteado cómo
aparecen los problemas, y cómo se mantienen. Ha identificado una característica que se
asocia con ellos de forma general, un predominio de interacciones negativas sobre las
positivas. Con el objetivo obvio de conseguir una intervención eficaz, ha planteado la forma
de superarlos centrándose en aumentar el intercambio de conductas positivas y en mejorar
la comunicación y la resolución de problemas.


La eficacia de la terapia de pareja cognitivo conductual basada en esos parámetros está
ampliamente demostrada de forma empírica. Sin embargo, el porcentaje de recaídas es muy
alto y los informes indican que la mejora del bienestar subjetivo deja que desear (Christensen,
1999). Si bien la terapia de pareja ha pasado por una fase de impasse, en el intento de
superación de estas limitaciones, se han ido añadiendo factores en las intervenciones,
incorporándose últimamente elementos básicos en la relación interpersonal como son la
intimidad y la emoción. No hay que despreciar la influencia que en ello ha tenido el desarrollo
de otras terapias, no estrictamente cognitivo conductuales, que han demostrado su eficacia
de forma empírica.

Categorías: Psicología

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